Crimen y Misterio: Una Antología de Relatos de Suspenso.

A través de los géneros literarios que se encuentran recurrentemente en la escritura, nosotros podemos presenciar varias vibras de emociones y sentimientos que nos generan al leer estos relatos. Con esto en mente, la escritura podría ser la base de conexión entre nosotros y las historias que nos plantean.

Los párrafos sacados de las frases en la antología Crimen y Misterio son para preservar la importancia y significado de las narraciones de épocas anteriores a las contemporáneas. Esto para conocer el mundo de una manera más cercana a la realidad y no a lo fantástico o irreal, conocer cómo es el mundo realmente que está lleno de peligros e inseguridades. Este tipo de mensaje se reflejan en las obras de los autores que unen la intriga con el misterio de una forma exacta a cómo estas se encuentran en la vida cotidiana.

Las frases de estas historias generan un mensaje o emoción por estas que es importante en la vida de las personas, lo que lleva a una conexión profunda con estas en las que se abordan los temas mentales y sociales del mundo real a partir de los crímenes.

Los ladrones que no podían dejar de estornudar

“Aunque lo hubiese querido, Hubert no habría podido comer en el triste estado en que se encontraba, a menos que lamiera alguno de los platos, como un cerdo o una vaca.” (Thomas Hardy, 1877, p.13)

• Esta frase refleja como Hubert con el mucho esfuerzo que hizo para recuperarse del ataque de los ladrones fue muy difícil para él seguir adelante y buscar ayuda sin desatarse los brazos, esto hizo que no pudiera, aunque lo quisiera comer en el lugar seguro del que se encontraba, todo herido emocionalmente por la pérdida de su caballo y la necesidad de ayuda en la mansión. Además, sentía que la prioridad en ese momento era recuperar a su caballo de vuelta, sin importar las circunstancias. Pues la comida sería después de encontrar personas capaces de ayudarlo.

El regalo de Navidad del chaparral

“-Ha cometido crímenes terribles-dijo Rosita-, pero… no sé… Creo que siempre hay un poquito de bondad en todos nosotros. No siempre fue un mal hombre… Eso lo sé.” (O. Henry, 1910, p. 29) 

• Cuando las personas hacen distintos actos de maldad a causa de celos, envidia, enojo o por otro tipo de efecto emocional, no siempre habían sido así desde un principio. Podrían haber sido antes personas buenas, amables y bondadosas hasta que algo desata sus furias y cometen sus actos crueles por una razón específica. En el fondo, cada una de las personas, si sean buenas o malas, deben tener al menos un poco de bondad en sus corazones. Este tipo de frases pueden conmover a la persona del que están hablando y así demostrar un acto bondadoso que tanto querían ver en la persona.

La historia del Hombre Leopardo

“Pasaron los años y todos envejecieron: el hombre, el domador y el león. Y finalmente, un día, sentado en el primer asiento, vio lo que tanto había esperado. El león cerró las fauces y no fue necesario llamar a ningún médico.” (Jack London, 1903, p. 32-33)

• Esta frase refleja un claro ejemplo de la paciencia que tuvo que soportar el hombre, esto muestra como el odio o rencor hacia otra persona espera hacia el momento adecuado de cometerle un mal, sin demostrar realmente que el hombre fue el verdadero culpable. Él disimula sus ansías de venganza hasta el espectáculo en el cual vio desde el primer asiento cómo muere la persona que el hombre le tenía rencor. Su paciencia como un ámbito lo llevó a su “triunfo” o lo que él esperaba, guardando sus remordimientos contra el domador usando el león como arma para su plan.

El corazón delator

“Sin duda, me puse cada vez más pálido, pero seguí hablando con más fluidez y en voz muy alta. A pesar de eso, el sonido era cada vez más fuerte. ¿Qué podía hacer yo? Era un sonido imperceptible, débil y rápido, como el que produce un reloj envuelto en algodón.” (Edgar Allan Poe, 1843, p. 43)

• En este mundo, la gente tiene algunos estereotipos acerca de los que están locos y los que no. En el caso de este personaje, él cree que los locos no piensan. Pero lo que hizo, un cruel y oscuro asesinato en el que trata de esconder el cadáver sin ningún rastro de huellas o de pistas, al final se termina revelando por la desesperación o la rabia que le dio a causa del zumbido o ruido del latido de corazón del hombre que había asesinado. Él se lo estaba imaginando o recreando en su mente, y este sonido se hacía cada vez más fuerte hasta finalmente desatar su terror o agonía, provocando así que se delate.

Markheim

“Soy capaz de concebir grandes hazañas, renuncias, martirios; y aunque haya caído en un crimen como el del asesinato, no es ajena a mí la piedad.” (Robert Louis Stevenson, 1884, p. 69)

• Cuando un individuo pasa la vida como un ser que trata de ser honesto y que le da importancia al amor o a las cosas buenas y verdaderas, al final se ve cómo se derrumba o se va cayendo poco a poco sin remedio a causa de un delito, vicio o crimen que haya cometido antes. Como se ha consagrado con el mal, la piedad no acompañará más al acto de cometer un asesinato, esto implica que la parte honesta y bondadosa termine desmoronándose y por lo tanto, la mejor parte de uno mismo acabará siendo dominada por la peor parte de nosotros: la crueldad o la ruindad.

El crimen de Lord Arthur Saville

“De serlo, habría dudado, como Hamlet, y permitido que la indecisión destruyera su propósito. Pero era un hombre esencialmente práctico. Para él, la vida representaba acción antes que pensamiento. Poseía ese don tan raro entre nosotros que se llama sentido común.” (Oscar Wilde, 1891, p. 95)

• Todas las dudas, indecisiones, incertidumbres o desconfianzas que tenemos en nuestras vidas nos pueden confundir y hacer que no cumplamos con nuestros propósitos o expectativas. Como es el caso de Lord Arthur que se enfrentaba con el egoísmo en el corazón o si vivir para los demás, o sea, con el amor en el corazón. Ese dilema solo podía resolverse con la razón, con el sentido común y no dejar que el egoísmo lo corrompiera. Como él era un hombre práctico y no un soñador, él no se dejo dudar y cumplió con su deber, por hacer la acción y no dejarse llevar por el pensamiento. Esas sensaciones se pudieron borrar por completo e hizo que su sinceridad de su sufrimiento de la noche anterior resolviera entre comillas la cuestión que lo perturbaba. 

Como conclusión, considero que estas obras policiacas que, como ya había dicho antes, se tornan más a la realidad del mundo estableciéndose con la experiencia en vez de los sueños o esperanzas, pueden incentivar a las personas a que les guste este tipo de relatos contados principalmente por su esencia a la investigación de un hecho criminal; así como presentar a los lectores delitos cotidianos como asesinatos o hurtos con el objetivo de buscar a los responsables y comprobar las habilidades deductivas de los leyentes.  

Por: Juan Felipe Yepes Agredo-8°B