PENSAMIENTOS ALREDEDOR DE “TÚ NO EXISTES” DE MARTÍN DAVID DEL CAMPO.
Por: María Sofía Caro de 7A.
Imagínate ser un niño en medio de la noche, pasar al lado de una habitación y ves cómo un niño más grande te está esperando. Miedoso, ¿cierto? Pongámonos en el papel de Ana Lorena, pensaríamos que vamos a morir, aunque si eres una persona muy curiosa, irías de inmediato, no te culpo, hay probabilidad de que yo también lo haga.
Vemos que Ana se acerca y cree que está alucinando, ya que los humanos, viendo de soslayo, podemos ver cosas inexplicables. Según Ana considera que se ve agradable (aunque la verdad no conocemos sus intenciones), nos quedaríamos aturdidos por la tecnología de hoy en día por el mensaje “oculto” pero es solo agregarle lógica o solo buscar ayuda con personas en quienes confiemos.
La situación de Rolo (quien le habla a Ana Lorena del otro lado del espejo y de otra época, con apenas 17 años en la guerra, vive una situación deprimente. Aunque él solo quiera estar en paz y ver a su amiga de alguna manera. La forma como se comunicó Rolo por primera vez, fue a través del lenguaje escrito: “OGITNOC EÑOS SENEIT EUQ SOJO SOTINOB”.
Pongámonos modo maternal, ya que hablaremos sobre los pensamientos de la mamá de Ana Lorena. Yo me pondría en situación, se supone que mi hija está hablando a “solas”, intentaría hablar con ella y yo notaría algo en ella, la verdad, no la ingresaría a terapia psicológica, más bien intentaría ganar la confianza de ella mediante el diálogo.