LA PÉRDIDA Y DESCONOCIMIENTO DE SÍ MISMO
“La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo”. Sócrates
Si bien el sujeto, social y para la sociedad, se caracteriza por tener aspectos y cuestiones de individualidad, subjetividad y personalidad única y diferenciada de los demás. Posee como tarea fundamental, conocer y conocerse de manera detallada haciendo uso de todo aquello que lo rodea, un sinfín de referentes, conceptos y significados. Estos propulsan y promueven realidades paralelas, transversales y perpendiculares en sentidos que en algún punto retornarán o intersecarán en un lugar o hábitat antes transitado o contemplado.
A su vez, el lenguaje como capacidad innata del ser humano, lo convierte en alguien susceptible a comunicar, de allí la secuencia de acontecimientos, parte integral de un relato, resumido en lo que Aristóteles llamó Peripéteia. Lo anterior está directamente ligado y cohesionado con la naturaleza del lenguaje, el modo de contar una historia o narrar una vivencia, casi que condiciona la manera en que se vivió, vive o vivirá. Y es con esta introducción que es posible aunar el relato histórico de las memorias de la vida de Cristóbal Colón, su viaje que hizo posible el hallazgo de América y el acercamiento e intercambio con el otro.
Todos los cronistas que intentaban plasmar las travesías de Colón tenían algo en común, intrincaban, complejizaban y construían muy bien sus relatos haciéndolos mucho más seductores para el lector, al parecer lo rico, exquisito y apetitoso era por la manera en que ellos estaban allí presentes y contaban de primera mano las impresiones del Almirante. De allí, el desembocamiento a una suerte de situaciones esperadas y otras sorpresivas, atrapando al receptor y contribuyendo a propios juicios que posteriormente irán transformándose.
Se podría observar la acción de Colón en tres aspectos fundamentales: su relación con la naturaleza, encontrando un yacimiento en las teorías antes propuestas por Jerome Bruner, mucho más llevadas al discurso, relato y la naturaleza del lenguaje, es pertinente esclarecer, de esta misma manera, un nexo con el lenguaje de la poesía, las formas de narración y los artilugios, adornos y emperifollo de esta; con la religión o divinidad, expuesta en las creencias cristianas y la evangelización; y el hombre, es por esto que, se hará un esbozo de estos tres parámetros tan significativos en la vida del almirante.
En los anecdotarios hechos de Colón se vislumbra un hombre enamorado de lo natural la contemplación de los árboles, plantas, animales, entre otras especies, daban muestra de la pasión de este sujeto por estas maravillas. También cabe destacar que su profesión necesariamente debía tener un carácter de observación, el almirante se distinguía en su precisión, certeza y atino en las predicciones climáticas para zarpar, los astros, nubosidad y magnitud en las aguas, eran códigos que él con experticia descifraba.
Por consiguiente, en una oportunidad, Colón, hizo uso de sus dotes y saberes, predijo un eclipse lunar, esa noche los indígenas sintieron el verdadero terror al divisar cómo un humano tenía capacidades de este tipo, al ver este poder que la naturaleza o divinidad otorgaban a Colón, en él comenzó el devenir, una serie de cambios exagerados notados por los cronistas. Las relaciones y actitudes del almirante eran positivas en principio, luego se tornarían en lo contrario que posteriormente culminarían en maltratos.
En el inicio, enfrentarse y reconocer al otro hacía que Colón tuviese dotes de humanista, cuidador y altruismo, se maravillaba al observar las particularidades del otro. Mujeres indígenas con cuerpos exuberantes, curvilíneos y muy seductores. El respeto que compartían hacia el trato por la naturaleza, el agradecimiento por los alimentos, para españoles exóticos. Admiraba el desapego que tenía el indígena por lo material, el intercambio o trueque desinteresado por algunos objetos de poca envergadura de los españoles, a cambio de oro y cosas de completo valor indígena.
En la mitad de la historia los indígenas, como siempre humildes, serviciales y cordiales con los españoles, mostraron en su amabilidad el lado más flaco, allí comenzó el maltrato de los foráneos. Los comportamientos hacia los demás, desde el inicio, están ligados a la estética de los mismos, en otras palabras, los españoles juzgaban de acuerdo al color de piel, por ejemplo, trataban de manera diferente a los que tenían el color de pile más “claro” que otros. Algo reprochable, pero muy utilizado por los “conquistadores”, era vislumbra en la desnudez, vulnerabilidad, ingenuidad y parsimonia.
De este modo, todas aquellas vicisitudes novedosas para los españoles pasarán a ser algo común y normal, se empieza con una actitud de obviedad, donde todas las situaciones cautivadoras dejaron de serlas, las siluetas esbeltas de las indias, culminarían en desnudez desagradable la generosidad terminó siendo vista como idiotez, estupidez y falta de autoestima. Poco apoco, dejaron de tener un valor para respetarlos y verlos tan solo como un ser vivo, se transformaron objetos, utensilios y herramientas para manipular a conveniencia.
Por lo anterior, los españoles al observar estos cambios de perspectiva hacia los indígenas, descubrieron una faceta donde “las bestias” podían ser maleables, las estaturas y semejanzas físicas, fueron utilizadas para promover un régimen de forja, forma e igualación, mas no igualdad, se expulsó lo distinto y el indio nunca fue visto como prójimo, se tomó como enemigo, la individualidad y autenticidad del indígena fueron destruidas, esta característica ecuánime a la protección fue despojada como un proceso de homogeneización en su obrar y pensar. Despojaron a su vez de sentimientos comunitarios a los indígenas, arrancándoles identidad y representaciones.
Finalmente, algo particular y peculiar que captó la atención es la poca descripción que hacen los cronistas a los rituales, costumbres y características ceremoniales de los indígenas. Por el contrario, indican los cultos y parafernalia de los españoles, su religión y lo divino. La contradicción a la que llega el autor y podría decirse, el anacronismo del almirante es desproporcional, es “descubrimiento” de América da paso a la modernidad; sin embargo, Colón, permanecía en lo medieval, cualificado como ceremonial y definido en lo poético y meticuloso del texto (entendiéndose texto como todo lo que comunica en su representación).
Viana Carlos Andrés y Quintero José Camilo
Referencias
Bruner, J. La fábrica de historias, derecho, literatura, vida. Fondo de Cultura Económica.
Han, B. (2017). La desaparición de los rituales. Herder.
Han, B. (2017). La expulsión de lo distinto. Herder.
Todorov, T. (1982). La conquista de América, el problema del otro. Epublibre.